Autor: Gerardo Aranda (Director de Innovación y Estrategia en Atomic Labs).
(Originalmente publicado en: https://garanda.substack.com/p/mas-yoda-menos-superman)
Desde que somos pequeños, nos creamos una idea sobre lo que un líder debe ser, cómo debe ser, cómo debe actuar. Y casi siempre, en gran parte derivado de nuestra concepción del mundo a esa edad, es en la forma de un superhéroe. De tal manera que llegamos a la conclusión que un líder siempre debe tener todas las respuestas, resolver todos los problemas, decir la palabra perfecta en el momento perfecto y siempre salvar el día.
Sin embargo, en el mundo real ese líder superhéroe hace más daño que bien;
aunque resuelve la vida, evita el crecimiento de las personas y equipos.
En su libro “Good Authority”, el autor Jonathan Raymond discute el liderazgo desde el enfoque del equipo, para “ser el líder que tu equipo espera”. Hacia el final del libro, el autor incluye un capítulo que titula: “sé más como Yoda, menos como Superman”. Esa frase me pareció muy poderosa y memorable porque en muy pocas palabras expresa una idea que cualquier persona puede entender y aplicarla al instante. Sin embargo, creo que vale la pena explorar y reflexionar un poco más para hacerla nuestra.
Superman
Superman, por un lado, siempre llega en el momento adecuado a rescatar a Luisa Lane, a salvar una ciudad del terrible villano, e inclusive al mundo entero de un desastre inminente.
Superman protege. Superman resuelve. Superman salva. Superman es Superman.
Sin embargo, Superman nunca hace preguntas, no analiza el porqué, ni explora la situación, y sobre todo, jamás considera ningún tipo de acción para evitar que la situación vuelva a suceder ni tampoco para preparar a Luisa para defenderse sola.
Al final, hacer eso iría en contra de la mismísima idea detrás del superhéroe, la cual requiere que el superhéroe sea indispensable para vivir.
Eso es: Superman es indispensable.
Yoda
Yoda, por otro lado, opera con una metodología casi opuesta. Yoda no es indispensable, inclusive parece a veces que abandona a Luke. Yoda hace preguntas, guía para encontrar respuestas, deja que Luke se equivoque, inclusive que sufra. Entiende que la arrogancia y el ego destruyen talentos. Inclusive, ligándolo a los temas de innovación que exploramos en este artículo, Yoda deja que Luke experimente, aprenda, asimile la retroalimentación e itere sobre sí mismo, en su propio estilo y en su propia personalidad. Apuesta por la libertad de Luke, le provee algunas herramientas, algunos consejos, algunas frases para reflexionar, pero no resuelve sus problemas por él. Por si fuera poco, Yoda “suelta” a Luke cuando todavía no está listo para ir a pelear contra el Imperio. Y eso está bien.
Como líderes, debemos dejar que nuestros equipos se desarrollen. Poniendo de lado nuestro ego, confiando en sus habilidades y apostando por su crecimiento, debemos actuar más como una guía que como un superhéroe. Hoy en día, es imprescindible darle a nuestros equipos el espacio y autonomía que requieren para desarrollarse y asumir su propio liderazgo, equivocarse, hacer las cosas de maneras distintas a las nuestras, y así estar mejor preparados para lo que el futuro demande de nosotros.
A veces será necesario ser Superman, pero no siempre.
La clave es saber cuándo serlo.
¿Por dónde comenzar? 3️⃣ acciones para hoy
Con esto, se me ocurren tres acciones que podemos tomar desde hoy para acercarnos más a un Yoda:
1) No les resuelvas todos los problemas, aunque puedas hacerlo mejor y más rápido. Haz preguntas, guía. Es una inversión en tu gente.
2) No tengas miedo de desaparecerte un rato. El no estar disponible 100% del tiempo ayudará a tu equipo a tomar decisiones y riesgos y a experimentar sin ti. No seas indispensable.
3) Acepta que las cosas se hagan de manera diferente a como tú las hubieras hecho. Si resulta en un error, ofrece retroalimentación después. Quizá inclusive aprendas algo nuevo.
Un gran líder, tú serás.
