Autor: Eduardo Mijangos
Que tal, mi nombre es Eduardo, tengo 28 años y vivo en Morelia Mich. Soy una persona que todos estos tipos de ejercicios sobre introspección o platicar de como somos, me cuesta trabajo pero seguimos intentando.
Me considero una persona muy normal. Esto no quiere decir aburrido o monótono, siempre trato de hacer cosas nuevas y aprender nuevas, sin temor a equivocarme o al qué dirán, y así he vivido toda mi vida.
Desde pequeño trataba de llevarme bien con todos y hacer mis obligaciones, que únicamente era la escuela. Mis padres siempre me decían lo importante que era la escuela y mi preparación para el futuro. La verdad es que a mi nunca me llamó tanta atención ir a la escuela. Me gusta ir con mis compañeros y jugar fútbol, pero las clases no mucho. Nunca fui mal alumno, siempre trataba con respeto a mis compañeros y maestros, no hacía nada para que me regañaran, simplemente no ponía atención, hablaba con el de al lado o me ponía a hacer otras cosas. Sin embargo, tenía buenas calificaciones, cosa que fue cambiando a partir de la secundaria; mi desinterés creció a tal grado que deje de hacer las tareas y empecé a reprobar algunas material, siempre porque no tenía el porcentaje de los trabajos en clase o tareas.
Mi desinterés es algo que a veces me preocupa pero en ese mismo instante me digo, ya que. Hay algunas cosas que me hacen sentir emociones fuertes (aunque no muchas) : mi familia, mi novia, la música y los deportes. Dejando a un lado las primeras dos, ya que es obvio el porque, la música es algo que siempre tengo que tener para cualquier actividad, caminar, manejar, estudiar, trabajar, etc; me hace sentir algo dependiendo el género y es algo que me gusta mucho. Y en los deportes, soy muy fan del fútbol, futbol americano, basquetbol y F1; soy de los que me desvelo o madrugo para ver algún partido y lloro de alegría o tristeza por mis equipos.
Conforme fui creciendo y necesitaba saber qué sería de mí, que iba a estudiar en la universidad, mi única respuesta era algo relacionado con los deportes. Como no pude cumplir mi sueño de ser futbolista, ahora quería ser analista deportivo en ESPN, lo que investigando y visitando universidades, me llevó a la carrera de ciencias de la comunicación. Una carrera en la que iba a tener materias muy variadas y de cosas que me gustaban, como radio, televisión, cine y muchas otras.
Toda la carrera me gustaba pero mi desinterés me podía en varias ocasiones, ocasionando que incumpliera trabajos o tareas. Cuando empecé a hacer mis prácticas profesionales en periodismo, me decepcioné mucho de esa área pero seguía esforzándome por cumplir mi objetivo de ser analista deportivo. En algunos momentos de la carrera, la universidad abrió una estación de radio, con mis amigos que también les gustaba el fútbol armamos un programa semanal donde hablábamos del equipo local y otros deportes. Eso sí me gustaba, iba al estadio a tomar fotos, hacer la nota del partido y entrevistar a jugadores.
Lamentablemente me di cuenta que era una profesión muy mal pagada, pero en extremo. Para mi, el dinero es algo muy importante para vivir con una buena calidad de vida, y era algo que no iba a tener con esa profesión. Cuando termine mis estudios, el día siguiente de la graduación me fui a la Ciudad de México a buscar trabajo, literalmente tocaba las puertas de las empresas que quería trabajar (ESPN, Fox Sports, Televisa, etc.). Cuando acabé con las que quería empecé a ir a otras no tan relacionadas, fue ahí donde acabé llegando a la editorial MacMillan.
Mi primer trabajo dentro de la editorial fue como investigador iconográfico, ayudaba al diseñador de los libros a darle todos los recursos gráficos y visuales.
Era algo en lo que era bueno pero no me llenaba, pero será lo que me permitía vivir en la ciudad y ya manteniéndome a mí mismo sin la ayuda de mis padres.
Desde que salí de la escuela nunca deje de colaborar con amigos en sus programas o páginas web deportivas, aunque en menor medida.
Un par de años después, me enviaron una foto de que una empresa buscaba a alguien que se encargará del branding en una empresa de tecnología. Al ser de ese tema, que me llamaba más la atención que lo editorial, fui a la entrevista, donde por accidente o coincidencia o suerte, la empresa también buscaba a un diseñador UI/UX. En ese momento yo no tenía idea de que era eso, cuando me contaron, les dije que no sabía nada de eso pero el tema de las apps móviles era algo que de verdad me gustaba y me parecía muy interesante. Fue entonces que empecé mi primer trabajo como diseñador UI/UX.
Desde que me empezaron a introducir en este mundo, me sentía muy feliz, sentía que estaba haciendo algo de verdad útil y que era bueno. Me sentía realizado en el sentido que había encontrado algo que me motivaba a aprender y seguir esforzándome, dejando a un lado mi desinterés; y que también me daría el ingreso necesario para tener una calidad de vida decente, o mínimo un trabajo estable que en mi felicidad del momento decía: esto es lo de hoy, del futuro.
Es de este modo que desde el 2019, continuo dedicándome a esto que me gusta tanto y complementando con mi otra pasión, los deportes.
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